
Para las personas con síndrome metabólico o en riesgo, la incorporación del garambullo a la dieta podría representar una estrategia prometedora para restaurar la salud metabólica mediante la compleja interacción entre la dieta, la microbiota intestinal y la fisiología de la persona.
La investigación que se realiza en el IPICYT sobre el potencial del garambullo para combatir el síndrome metabólico, se hace en colaboración directa con la Dra. Daniela Joyce Trujillo, de la División de Materiales Avanzados.
El Síndrome Metabólico (SM) es un trastorno multifacético, que comprende un grupo de enfermedades como la obesidad, la hipertensión arterial, la dislipidemia y la hiperglucemia, que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes. El SM surge de una compleja interacción entre la predisposición genética y factores ambientales, como una dieta alta en grasas (DAG). Su fisiopatología, el estudio de los mecanismos y procesos que causan una enfermedad, analizando cómo las alteraciones funcionales en el cuerpo llevan a la aparición de signos y síntomas, implica una comunicación cruzada desregulada entre tejidos con actividad metabólica clave, como el tejido adiposo, el hígado y el tracto gastrointestinal. La microbiota intestinal, comunidad de microorganismos que residen en nuestros intestinos, se ha identificado como un factor crucial en este proceso, influyendo en la inflamación, la obtención de energía y la sensibilidad a la insulina. La carga global del SM exige estrategias accesibles, naturales y eficaces que complementen las opciones terapéuticas existentes.
El garambullo, fruta silvestre de una cactácea que crece en México, es una fuente rica de compuestos bioactivos, incluyendo polifenoles (como los flavan-3-oles), pectinas, esteroles y betalaínas. Estos compuestos son conocidos por sus propiedades hipoglucemiantes (reductoras de azúcar en sangre), hipolipemiantes (reductoras de lípidos), antiinflamatorias y antioxidantes. Este perfil bioquímico natural posiciona al garambullo como un nutracéutico prometedor para combatir el síndrome metabólico.
Recientes hallazgos revelan un efecto protector multisistémico del Extracto de fruta Concentrado de Garambullo (ECG). La administración de ECG en modelos de ratas alimentadas con dieta alta en grasas resultó en reducciones significativas de indicadores críticos del síndrome metabólico, incluyendo: glucemia en ayunas, triglicéridos séricos, colesterol total, niveles de leptina e insulina y porcentaje de grasa ileal. Estos resultados confirman el impacto directo y beneficioso del ECG en los componentes principales del síndrome.
El consumo de ECG se asoció con un cambio favorable en la diversidad y composición de la microbiota intestinal. Recientes análisis han mostrado que el tratamiento con ECG enriqueció los filos y géneros microbianos asociados con la salud metabólica. Un hallazgo clave fue la fuerte asociación con el género Parabacteroides, que se ha vinculado a la mejora de los parámetros metabólicos. Esto sugiere un mecanismo de acción es a través del efecto prebiótico del ECG, promoviendo un entorno intestinal que favorece la producción de metabolitos beneficiosos y mejora la biodisponibilidad de sus propias moléculas bioactivas.
Mediante la secuenciación masiva de ARN, una molécula esencial para la vida que actúa como intermediario para llevar a cabo la síntesis de las proteínas, el análisis bioinformático, redes de coexpresión, herramientas de cómputo de alto rendimiento e Inteligencia Artificial, se ha encontrado el profundo impacto molecular del Extracto de jugo Concentrado de Garambullo (ECG). Se observó que una dieta alta en grasas (DAG) genera una fuerte «firma transcriptómica» proinflamatoria, especialmente en el tejido adiposo. La intervención con BJC contrarrestó estos cambios mediante:
· La regularización de los genes implicados en las respuestas inflamatorias e inmunitarias.
· La modulación de las vías de señalización relacionadas con la organización del citoesqueleto de integrinas y actinas.
· En el intestino, el ECG influyó en los procesos relacionados con la adhesión celular y la homeostasis del colesterol.
· En el hígado, el ECG mejoró de forma única los procesos relacionados con el catabolismo proteico en el grupo DAG.
La identificación de genes clave involucrados en el transporte intracelular, la ubiquitinación y la organización del citoesqueleto proporciona una justificación molecular detallada para la acción multidireccional del extracto de jugo concentrado de Garambullo.
Investigaciones multinivel que fusionan datos de microbiota fecal, transcriptómica tisular y metabolómica proporcionan una perspectiva a nivel de sistemas revelan: cambios coordinados en el eje de tejidos adiposo-intestino-hígado, alteraciones en los taxones microbianos intestinales involucrados en la producción de ácidos grasos de cadena corta y que la metodología integrativa identifica características multinivel distintiva que caracteriza la transición hacia la salud metabólica.
Esta evidencia colectiva posiciona firmemente al garambullo como un potente nutracéutico o alimento funcional natural para el síndrome metabólico. Su eficacia se debe a un mecanismo sinérgico multisistémico: mejora directamente los marcadores metabólicos sanguíneos, remodela beneficiosamente la microbiota intestinal y contrarresta sistémicamente los patrones de expresión génica proinflamatoria y dismetabólica inducidos por una dieta alta en grasas. Para las personas con síndrome metabólico o en riesgo, la incorporación del garambullo a la dieta podría representar una estrategia prometedora para restaurar la salud metabólica mediante la compleja interacción entre la dieta, la microbiota intestinal y la fisiología de la persona. Aún así, es necesaria la realización y ensayos clínicos en humanos para traducir estos hallazgos preclínicos en recomendaciones dietéticas prácticas.