
La comunidad náhuatl ha levantado su voz en contra de Genaro Hernández Sánchez e Hilario Hernández, a quienes acusan de comercializar pipas de agua a 300 pesos, un servicio que, según los pobladores, debería ser gratuito. Los denunciantes aseguran que ambos individuos distribuyen el vital líquido de manera discrecional, beneficiando a amigos y familiares, mientras la comunidad enfrenta una grave escasez de agua.
Uno de los principales quejosos es Jesús Hernández Antonia, representante de la comunidad, quien formalizó una denuncia ante el regidor Eikoo Koasicha Hipólito. Mediante un oficio, Hernández Antonia expuso el «negocio deleznable» que, según él, llevan a cabo los acusados, aprovechándose de las necesidades de la población.
La situación ha generado malestar entre los habitantes, quienes exigen transparencia y equidad en la distribución del agua, especialmente en un contexto donde el acceso al líquido es cada vez más limitado. Las autoridades locales han sido instadas a investigar y tomar medidas para garantizar que los recursos lleguen a quienes más los necesitan, sin favoritismos ni lucro indebido.
Hasta el momento, no se ha emitido un pronunciamiento oficial por parte de los acusados, mientras la comunidad espera una respuesta contundente para resolver este conflicto que afecta directamente su bienestar.