
La Huasteca Potosina amaneció con rabia y luto. Mirian, una joven de apenas 19 años, perdió la vida tras lo que sus familiares describen como una cadena de omisiones y demoras en su atención médica. La causa: presuntas complicaciones en su embarazo que, según la denuncia, pudieron haberse evitado.
La historia comenzó el 29 de julio. Mirian, originaria de Aquismón, tenía programada una cesárea en el Hospital General de Ciudad Valles. Sin embargo, el procedimiento fue pospuesto sin explicación clara y la enviaron de regreso a casa.
Días después, los dolores se volvieron insoportables. La familia la llevó al hospital IMSS Bienestar de Aquismón, pero aseguran que allí tampoco recibió la atención urgente que necesitaba. Su estado empeoró.
Sin más opciones, decidieron trasladarla por sus propios medios nuevamente al Hospital General de Valles. Ahí, en medio de la desesperación, Mirian murió. El bebé logró sobrevivir y se reporta estable.
En redes sociales, la noticia corrió como pólvora: mensajes de indignación, reclamos al sistema de salud y exigencias de investigación se multiplican. La pregunta que se repite es dura: ¿cómo puede morir una madre joven en pleno siglo XXI por falta de atención oportuna?
Hasta el momento, ninguna autoridad médica ha dado una versión oficial. Mientras tanto, la familia de Mirian exige justicia y respuestas, para que su muerte no quede solo como otra estadística en la larga lista de tragedias evitables.