
La comunidad de San Isidro, en el municipio de Cedral, enfrenta una crítica situación debido a la falta de alumbrado público en su plaza principal y diversas calles. Este problema ha sumido a la localidad en la oscuridad, generando preocupación y malestar entre los habitantes, quienes exigen una pronta solución a las autoridades municipales. Sin embargo, acusan a la alcaldesa Cinthia Segovia Colunga de hacer oídos sordos a sus peticiones.
Según testimonios de los residentes, la falta de iluminación ha convertido las noches en un escenario de inseguridad y limitación de actividades. La plaza principal, que antes era un punto de encuentro y esparcimiento para la comunidad, ahora se encuentra desierta y se percibe como un lugar peligroso durante la noche. Además, otras calles de San Isidro también carecen de alumbrado, lo que dificulta la movilidad y aumenta el riesgo de accidentes, especialmente para niños y adultos mayores, quienes son los más vulnerables en estas condiciones.
La situación ha generado frustración entre los habitantes, quienes han hecho múltiples llamados a las autoridades municipales para que realicen los trabajos de mantenimiento y reparación necesarios. Sin embargo, aseguran que no han recibido respuestas concretas ni acciones por parte de la alcaldesa Cinthia Segovia Colunga, a quien acusan de ignorar sus demandas y de no priorizar las necesidades de la comunidad.
Ante el abandono, los residentes de San Isidro han reiterado su exigencia de que se atienda de manera urgente la falta de alumbrado público, no solo para recuperar la seguridad en las calles, sino también para devolver a la comunidad un espacio de convivencia y esparcimiento. La oscuridad en la que vive San Isidro refleja un problema más profundo de desatención por parte de las autoridades, lo que ha dejado a sus habitantes en un estado de vulnerabilidad y descontento.
Mientras tanto, la comunidad espera que las autoridades municipales actúen de manera inmediata para solucionar este problema y demuestren un compromiso real con el bienestar de los ciudadanos. La falta de acción no solo afecta la calidad de vida de los habitantes, sino que también pone en riesgo la seguridad de quienes transitan por las calles de San Isidro durante la noche.