
La problemática ambiental derivada de los lameros mineros en el municipio de Villa de la Paz, en San Luis Potosí, continúa siendo un desafío crítico para la región del Altiplano Potosino. Estas gigantescas acumulaciones de residuos minerales, compuestas por materiales altamente peligrosos, se han convertido en una fuente constante de contaminación que pone en riesgo tanto el medio ambiente como la salud de miles de habitantes.
Los lameros, que contienen sustancias nocivas como cianuro, cobre y otros metales pesados, liberan partículas tóxicas que son arrastradas por el viento hacia comunidades cercanas. Las zonas más vulnerables incluyen la colonia Real de Minas, las localidades de San Antonio y El Carmen, así como otras áreas del municipio y hasta la ciudad de Matehuala. Esta exposición prolongada ha generado un incremento alarmante en enfermedades respiratorias, irritaciones cutáneas y diagnósticos de cáncer entre la población.
Los habitantes de la región han expresado su frustración ante la falta de soluciones efectivas por parte de las autoridades. Aunque especialistas y líderes comunitarios han denunciado repetidamente la gravedad de la situación, las medidas implementadas hasta ahora han sido insuficientes para detener la propagación de estos contaminantes. Los residentes exigen intervenciones urgentes que garanticen la protección de su salud y la recuperación de los ecosistemas afectados.
Este problema no solo representa una amenaza para quienes viven cerca de los lameros, sino también un llamado de atención sobre la necesidad de regular mejor las actividades mineras y mitigar sus impactos ambientales. La comunidad clama por respuestas concretas antes de que los daños sean irreversibles.